_::Everyone I know is sick to death of you::_

jueves

Son ideas que aparecen en todos lados, espero que a ella le gusten

Estabamos desayunando. No realmente, ella comía queso con un pan y yo me acababa unas papas a la francesa frias. Teniamos café, ese rara vez falta. Se sentía como un desayuno, así que lo llamabamos de esa manera.

Yo había estado fuera todo el fin de semana, y realmente me sentí alejado de ella. Probablemente suena cansado y ridiculo, pero me sentí muy lejos. Cada vez que alguién mencionaba su nombre me preguntaba a mi mismo si ella recordaba en algún momento que no estaba cerca, es tonto porque ese pensamiento sólo mostraba una inseguridad con la que tengo muchos problemas. Y me hace sentir más tonto, porque ella es social y enfocada y simplemente no apreciaría esa inseguridad adolescente.

Ella no sabía que tal me fue en el viaje. No me había preguntado, lo cual significaba que ella tampoco tuvo un excelente fin de semana. Me preocupa, me la imagino distraida y casi siendo atropellada, o sientiendose hastiada en clase. Esperaba que me lo platicara por la mananha. Nunca sé la manera adecuada de preguntarle sobre algo desagradable, tal vez lo haría después de que acabara su sandwich para no arruinar su apetito. Pero yo deseaba oir su voz, asi que le platique sobre algo que había leido hace poco: razas de perros.

Se dio una pausa silenciosa. Esta es diferente a los silencios incomodos, esos me pasan todo el tiempo, pero no con ella. A veces me quedo pensando en buscar un tema adecuado, o me acuerdo de algún asunto complicado del trabajo y me pierdo en el horizonte, pero su aroma y los movimientos especificos que ella hace me regresan a la tierra en unos minutos. Me gustan los silencios con ella, se sienten naturales. Y me permiten observarla más detenidamente sin que se ponga a la defensiva. Tenía que mencionarlo, su postura me inquitaba e intentando una de esas sonrisas que solo puedo ofrecerle a ella, y que afortunadamente en general terminan con ella besandome, le dije de repente:

“Mirate, te retuerces entre tus recuerdos y la realidad”

No estoy seguro que me haya entendido, pero su expresión me dijo que sí.

Casi se ahogaba. Me preocupa estar suponiendo demasiado, pero no podia evitar la sensación de incomodidad por parte de ella. En ocasiones tengo una manera de decir las cosas muy absurda, salen conceptos elevados, pero intento usarlos en contexto amable, haciendo burla de mi propia palabreria, sin pretención intelectual ni citando algo al pie de la letra. Cómo si estuviera bromeando, pero secretamente apuntando algo importante. Ella que hizo? Siguio comiendo su sandwich y se retorcio un poco. Ya no tenia nada más que decirme al respecto. Había acertado, había notado su incomodidad antes de que me lo dijera. Y habia desaparecido. Qué de bueno tiene hablar con palabras de algo desagradable que ya ha sido resuelto en una conversación telepatica? Sólo es perder el tiempo. Eso es lo que es.


Hören: Gente alemana desconocida.